Curso de Manipulación de Agua para el Consumo Humano

El agua para consumo humano es aquella que, independientemente de su estado original, cuenta con calidad suficiente como para garantizar que su ingesta y uso son seguros. No en vano, siguiendo lo expuesto en la Directiva 98/83/CE del Consejo de 3 de noviembre de 1998 relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano (y cuyos anexos II y III fueron modificados a partir de la publicación de la Directiva (UE) 2015/1787 de la Comisión de 6 de octubre de 2015), se consideran aguas destinadas al consumo humano todas aquellas que:

• Ya sea en su estado original o después de tratamiento, son aptas para beber, cocinar, preparar alimentos u otros usos domésticos, independientemente de que se suministren a través de una red de distribución, a partir de una cisterna o envasadas en botellas u otros recipiente.
• Se emplean en empresas alimentarias para fines de fabricación, tratamiento, conservación o comercialización de productos o sustancias destinados al consumo humano.

Por consiguiente, es preciso propiciar una correcta gestión de las mismas, que contribuya a la protección sanitaria efectiva de los consumidores al garantizar su potabilidad en función de lo descrito en el Real Decreto 140/2003, que establece los criterios sanitarios que deben cumplir las aguas de consumo humano y las instalaciones que permiten su suministro (desde la captación hasta el grifo del consumidor y el control de estas), garantizando su salubridad, calidad y limpieza, con el propósito de proteger la salud de las personas de los efectos adversos derivados de cualquier tipo de contaminación. Dicho Real Decreto ha sido objeto de modificaciones en relación a su artículo 2, que, tal y como se apunta en el Real Decreto 314/2016, se refieren, por un lado, a las definiciones del valor paramétrico (nivel máximo y mínimo fijado para cada uno de los parámetros a controlar) y del resultado (o valor cuantificado de un parámetro con un método de ensayo concreto) obtenido; y, por otro, incluyen dos nuevas definiciones: dosis indicativa (DI) y sustancia radiactiva.

Conocer la legislación vigente, y los principales factores que pueden derivar en contaminación del agua y, en consecuencia, en riesgos para la salud, es fundamental para una correcta manipulación de aguas de consumo humano. De ahí este curso en el que se abundará en la composición física y química del agua, y en sus características microbiológicas; y en el que se dará cuenta de cómo efectuar las tomas de muestras necesarias para los análisis pertinentes, algo para lo que se ha de cuidar especialmente el transporte y manipulación de las mismas.

Objetivos del programa

¿A quién está dirigido?