HABILIDADES COMUNICATIVAS PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

El interés de este curso se centra en los grupos pequeños, aquellos en que todos sus miembros interaccionan regularmente, cara a cara, y que se estructuran formal e informalmente distribuyendo entre sus miembros diferentes roles y tareas; son grupos con una finalidad conocida y compartida por sus integrantes, grupos con un sentimiento de “nosotros”, grupos que de alguna manera tienen una función socializadora, grupos con carácter pedagógico.

Cuando hablamos de estos grupos asumimos la presencia del monitor o dinamizador, figura de especial relevancia.

La responsabilidad de motivar, conducir y dirigir al grupo hacia sus fines no es tarea sencilla, y más cuando aparecen pequeños problemas y conflictos que dificultan la evolución del mismo, como por ejemplo “alguien se niega a participar”, “se inicia una pelea en una reunión”, “alguien cuestiona la autoridad del monitor”, “aparecen posturas externas que afectan al grupo”, “el día de la reunión sólo aparecen tres personas…”

Es muy importante, por tanto, que la persona que está al frente de ese grupo sepa hacer frente a esas situaciones, que encuentre recursos con los que poder actuar y llevar al grupo hacia la resolución de los mismos.

Un buen dinamizador de grupos debe ser capaz de enfrentarse a cualquier conflicto que pueda surgir en el grupo con el que trabaja, adaptando los recursos de los que dispone a las necesidades del grupo en sí; y esto, no es tarea sencilla.

El monitor debe ser un guía, debe facilitar un ambiente adecuado para poder entender, analizar y dar solución al conflicto, favoreciendo un clima de comunicación y de confianza en el grupo de personas que dinamiza.

Conocer qué son los conflictos, tener recursos para poder analizarlos y proponer un camino hacia su consecución es uno de los aspectos clave a trabajar en cualquier grupo.

Por ello, es importante una formación básica respecto a este tema; es necesario conocer su definición, sus causas y consecuencias, y los pasos necesarios para poder hacerles frente.

Tanto en el ámbito personal como en el laboral debemos afrontar diariamente muchas situaciones que pueden resultar conflictivas.

El hecho de enfrentarnos de un modo incorrecto a estas situaciones problemáticas puede tener como consecuencia la aparición de otro tipo de problemas o la intensificación del no resuelto.

Existen personas que poseen una cierta habilidad para enfrentarse a esas situaciones mientras que a otras les resulta mucho más difícil y, lo hacen de forma inadecuada o evitan hacerlo. Pero la evitación o el escape no siempre son las mejores maneras de actuar.

Por ello, para resolver problemas deberíamos usar algunas técnicas que nos facilitaran un afrontamiento más eficaz ante las situaciones conflictivas.