Perfilar la historia de esta Institución, la Escuela Universitaria de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense, requiere que la situemos en su contexto, porque aún siendo un período corto en el tiempo, ha sido intenso en cuanto a servicios y actividad docente, en medio de cambios sociales, políticos, sanitarios y también cambios en la Universidad.
La sociedad española de los años setenta vive en un momento de transformación. Los cambios sociales provocados en este tiempo coinciden con los cambios de un país, España, que también en este tiempo se ha consolidado como una democracia, con un papel preponderante en la creación de la Unidad Europea y abierta al mundo. Una sociedad en constante dinamismo que, desde su propia Constitución ha actualizado sus leyes educativas y sanitarias y esto, sin duda, ha repercutido en la forma de comprender el papel de la Escuela de Enfermería y de los Enfermeros en la Universidad.
Sus orígenes están fundamentados en una enfermería en proceso de transformación profesional. La enfermería, que ha jugado un papel tan importante en la asistencia sanitaria, tuvo que redescubrir en estos años su identidad apoyada en lo que constituye su razón histórica, científica y antropológica y adaptar su función en este momento en la sociedad. De ahí que la Escuela haya tenido que armonizar tradición y modernidad, y, desde unos principios humanitarios y éticos, apostar por una formación integral.
En lo que es la Escuela en la actualidad, la Escuela de Enfermería constituye su primer escalón, en pocos años se unirá los Estudios de Fisioterapia y posteriormente los de Podología. Esta integración ha sido posible por estar sustentada en unos orígenes comunes, la medicina, lo que ha facilitado potenciar lo común y lo diferente.
La Escuela, dentro de la Universidad ha hecho el esfuerzo de organizar y dotar a los programas de un contenido que responde a la necesidad de cuidar la salud de la sociedad actual en la que la enfermería ha cobrado un papel fundamenta. En el mismo modo ha sabido consolidarse como Centro de enseñanza en desarrollo armónico y actualización continua desde la teoría a la práctica. Desde estos parámetros, ha logrado ser puntera en el país y abrir sus relaciones a la enfermería de otros países de ámbito internacional, a otras formas de entender la enfermería y pilotar desde ahí su propia identidad. Hoy la Escuela de la Complutense marca su impronta, una forma de ser y formar a unos profesionales reconocidos por su talante y formación universitaria que aspira a la excelencia.